“Oye, ¿estás durmiendo?"
Otra vez esa voz, me taladra la cabeza. Qué se calle por favor.
“No, me estoy mirando por dentro” le digo, lacónica.
“Déjate de tonterías. Levántate y ven a ayudarnos. No te quedes ahí como una inútil”. Se va. Veo como sus pies se alejan en la arena. Inútil. Inútil. ¿Inútil? La palabra se queda flotando en mi mente de diversas formas y recuerdo. Siempre he sido tan guapa, tan rica…y siempre me he sentido tan inútil. ¿Cómo no se da cuenta? Soy inservible, soy frágil y soy cobarde. Tengo miedo de que vean que soy una inútil de verdad. Por eso me pongo mis enormes gafas de pasta negra enormes y me estiro a tomar el sol mientras los otros trabajan. Aparentemente relajada. Aparentemente despreocupada. Aparentemente altiva.
Asquerosa pereza, pecado de los inútiles.
Cristina Sampedro Alonso
4 comentarios:
Lo comparto. Este es mi pecado capital. Tengo gran sofá y grandes dotes para no hacer nada. A veces leo.
Rcd
Pues sí, la verdad es que fue muy oportuno que me tocara a mí la pereza, y precisamente por pereza eso he tardado taaaaaaaanto en escribirlo pero es que no me apetecía pensar, porque como decía un ex-compañero de clase "pensar cansa". es más, antes no escribía nada por no ponerme a pensar y "pfff...¿ahora tengo que escribirlo? anda ya...", pero gracias a esto ahora por lo menos escribo algo, aunque sea la mañana antes de quedar. Así que gracias a todos que me estais ayudando con la pereza jajaja.
Cris.
En realidad hay mucha gente que trata de justificar su pereza por medios absurdos, como esta chica de la historia. Conozco a unas cuantas personas con este defecto. Al menos nosotros lo reconocemos, que es el primer paso hacia la cura. Yo también he de dar este paso: mi deporte favorito es el tumbing jajaja
Creo que esta historia me suena???jajajajaja
A parte de eso, me gusta mucho como lo has enfocado y me encanta la ultima frase.
Gloria
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